al de Alicia en el país de las maravillas, pero sin perder la
esencia de sus cuentos, el mentor de Tom Sharpe satiriza
la situación política de la época, a través, por ejemplo,
de devastadoras críticas al Ministro de Guerra, convertido
en una carrolliana figura de ajedrez. La serie de ilustraciones
inspiradas en las de John Tenniel para Alicia, también de
corte satírico, confieren un valor sobreañadido a esta joya
bibliográfica. El snark de los sakianos.
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